En mi modesta opinión creo que debería existir el derecho a saber quién no paga sus impuestos en la zona norte de Madrid y le expongo a continuación los motivos: es evidente (solamente hay que contar el número de tejados y chimeneas nuevas) que el número de licencias que se han concedido en la zona norte se han incrementado en números exponenciales en estos últimos años.
Tras años de perpetuos atascos, ya que carecemos de trenes de cercanías y los escasos autobuses hacen lo que buenamente pueden, vimos con cierta ilusión cómo comenzaban a ampliar una vía de servicio en la actual A-1 hasta Ciudalcampo / Santo Domingo, que actualmente, no se sabe a ciencia cierta la razón, ha quedado parada. Se puede usted imaginar (espero que no viva por esta zona) que ahora que ha llegado el buen tiempo, las narices que hay que echarle para salir o entrar en Madrid por la A-1.
Eso esperando a no tener la mala suerte de ponernos enfermos, porque el hospital más cercano es La Paz, y, o te vienen a buscar en helicóptero, o no sobrevives al camino; eso, si es que puede llegar la ambulancia. Por si esto fuera poco, el resultado de las obras de la M-100 a Algete ha durado escasamente un año, y es que los pueblos de la orilla derecha del río Jarama tenemos la salida o bien en el kilómetro 23 en Algete, perpetuamente atascado en ambas direcciones, o ya en el kilómetro 54 en Venturada. Cada día atravieso el campo con dos niños de ocho y seis años y un puente rural que cruza el río a la orilla izquierda, conduciendo un viejo turismo que tiene 11 años y recorrer así los aproximadamente 16 kilómetros que separan mi casa del colegio y llegar a una hora decente. Guarde usted bien esta carta porque un día yo sé que saldré en la crónica de sucesos. Y Dios guarde a los políticos por dejar la zona norte de Madrid en el Tercer Mundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de junio de 2005