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OPINIÓN DEL LECTOR

A 74 euros

Dice Fernando Martín, en su crítica sobre el concierto de Bruce Springsteen del 2 de junio, que "fueron 7.137 las personas que pudieron disfrutar en Madrid de una de las actuaciones más esperadas de la primavera".

Le puedo asegurar que fueron unas cuantas menos, concretamente las que, tras pagar 74 euros por entrada (el precio máximo), fuimos enviadas por la organización a un sitio de los que pueden calificarse suavemente como de "visibilidad reducida", en el sector 111. Tan reducida, que las butacas de la fila inferior a la mía no fueron vendidas, ya que la organización era "consciente del problema", en palabras de las acomodadoras.

Coincido con el crítico en que la mayoría de los asistentes al concierto somos "seguidores acérrimos" de Springsteen, lo que hace todavía más denunciable la venta de una sola de esas entradas que, repito, costaban 74 euros y desde las que sólo se podía intuir la presencia de Springsteen en el escenario.

Yo no podré olvidar, y ya lo siento, que por la desvergüenza de unos organizadores no pudiera ser una de las "7.137 personas que pudieron disfrutar en Madrid de una de las actuaciones más esperadas".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de junio de 2005