Recientemente asistí a la conferencia de prensa que se celebró en La Cantueña, en la que se hizo balance del FestimadSur 2005; del acto pude sacar varias conclusiones, entre ellas, que la organización pidió disculpas y se comprometió a mejorar todo lo posible el festival del año que viene; que tanto los ayuntamientos como la Dirección General de Promoción de la Comunidad de Madrid están con el Festimad, lo que asegura su celebración en 2006, y, también, que algunos medios... siguen olvidando que lo más importante del festival fue el apartado musical.
No es normal lo que se ha visto, leído y escuchando la última semana en algunos medios, donde, menos de música, se ha hablado de todo, dando la sensación que escuece la existencia de festivales como Festimad.
Con este tipo de ataques se le hace el juego a todo ese tipo de gente que asimila rock con barbarie, juventud con descontrol...
Y todos vivimos los actos de gamberrismo igual que todos sabemos, los que estábamos allí, que fue un grupo minoritario, y que la mayor parte del público, aunque cabreado por los retrasos considerables, aguantó estoicamente para poder asistir a uno de los mejores cierres, si no el mejor, del Festimad.
Y, ¿en cuántos medios se ha hecho referencia al enorme nivel musical del festival de este año? ¿Alguien ha asistido a un concierto tan espectacular como el de System of a Down en los últimos años? Y horas antes, ¿no disfrutamos con una actuación impecable y llena de energía como la de Turbonegro?
Pero claro, es más llamativo, vende más, fotos y relatos como los que hemos visto.
Que hubo fallos, es notorio, todos hemos tenido que limpiar nuestros bronquios del infecto polvo que absorbimos en el parque, pero si algo tengo claro es que lo único que quedará en mi memoria del FestimadSur 2005 serán los grandes conciertos que puede contemplar. ¡Que nunca nos falte Festimad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de junio de 2005