La patrullera Izaro de la Armada arribó ayer al puerto de Almería con 25 inmigrantes que desde el pasado martes permanecían en la Isla de Alborán, donde el mal tiempo les obligó a desembarcar en busca de refugio. Fuentes militares explicaron que otros 12 inmigrantes, que también viajaban en la embarcación con la que trataron de alcanzar las costas almerienses, fueron trasladados por una lancha de la Guardia Civil al puerto de Adra.
El grupo llegó a Almería custodiado por agentes después de que una unidad de intervención del Cuerpo Nacional de Policía tuviera que desplazarse el miércoles al destacamento militar de la Isla para "controlar" la situación, según informó hoy en un comunicado la Subdelegación del Gobierno.
Según las mismas fuentes, desde el primer momento, el destacamento militar que se encuentra en la isla atendió a los inmigrantes, a los que "facilitaron alimentos y abrigo".
Sin embargo, las autoridades militares requirieron finalmente la presencia policial ante "el nerviosismo" de algunos indocumentados. Este estado, según la Subdelegación del Gobierno, tuvo su oriten en "la obligación de permanecer en la isla y ante la imposibilidad de ser trasladados en barco a Almería a causa del mal estado de la mar", detallaron fuentes gubernamentales.
Tras una inspección y médica y después de constatar que todos se encuentran en buen estado de salud, la policía llevó a cabo las diligencias que permitan iniciar el expediente de repatriación de los extranjeros.
Por otra parte, el Juzgado de Instrucción 1 de Loja ha decretado libertad provisional bajo fianza de 24.000 euros para los responsables de Mármoles Casanova, padre e hijo que tenían trabajando sin contrato a joven boliviano que sufrió un accidente laboral y al que obligaron a decir que había sufrido un atropello. El juez imputa a ambos empresarios tres presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de junio de 2005