Lamentablemente, en su currículum ha de anotar el bochornoso premio que usted ha asignado a la asociación Hazte Oír.org, donde se atreven a expresar: "Podemos concluir que en los niños criados por parejas de homosexuales (...) es más corriente que sufran experiencias traumáticas".
¿No les da vergüenza? ¿Es presidenta de una sociedad civil o jefa inquisitorial de una población sometida?
Mire, soy una persona adulta mayor de 61 años. A los 25 años, siguiendo "normas, tanto religiosas como sociales", de acuerdo con mi "estatus y formación", me casé y tuve dos hijos. No era, con tristeza y enorme dolor, mi destino, y las normas que son humanas se rompen. Mis hijos, a los que adoro, jamás tuvieron esas "experiencias traumáticas" que dice esa asociación. Ellos me han querido y siguen haciéndolo, aun ya casados, con total abnegación (a mí y a mi pareja).
Sin más comentario, conozco experiencias crueles y delicadas por parte de padres perfectamente heterosexuales, por parte de religiosos y religiosas...
No quiero ya seguir. Lamento sus actitudes al tratar y elaborar criterios de algo que desconoce.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de junio de 2005