Las acusaciones de abusos sexuales a sacerdotes católicos en Estados Unidos han costado a la Iglesia más de 1.000 millones de dólares, según cálculos de los obispos y un estudio realizado por la agencia Associated Press (AP). La cifra aumentará probablemente en decenas de millones de dólares porque hay cientos de denuncias pendientes.
Las diócesis de todo Estados Unidos han gastado al menos 1.060 millones de dólares en compensaciones extrajudiciales a víctimas, veredictos, costes de juicio, abogados y otros gastos desde 1950, según el cálculo de AP. Por lo menos 378 millones de dólares de esos costes corresponden a los últimos tres años, cuando estalló la crisis en la archidiócesis de Boston, que se extendió a todo el país. El reverendo Thomas Doyle, que renunció a una carrera prometedora en la Iglesia para ayudar en la representación de las víctimas, advirtió a los obispos en 1985 que la cifra podría superar los 1.000 millones. "Nadie nos creía", afirmó Doyle, abogado especialista en derecho canónico. "Recuerdo que un arzobispo me decía, 'Tom, tengo la sensación de que nadie jamás denunciará judicialmente a la Iglesia católica", agregó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de junio de 2005