Como en la película Mary Poppins, en la ciudad inglesa de Cambridge hay unos nuevos habitantes, unos cestos de basura robóticos que se mueven y ríen, y también unos bancos que se reúnen y cantan cuando sale el sol. Los curiosos objetos fueron presentados por una de las organizaciones artísticas más importantes de Cambridge, The Junction, informa la BBC británica. Los seis cestos y seis bancos creados por el grupo Greyworld son capaces, gracias a su tecnología, de actuar entre y con los transeúntes.
"A simple vista parecen objetos como cualquiera de los otros en la calle, pero en realidad tienen personalidades únicas", explica Andrew Shoben, de Greyworld, a la BBC. Y añade: "Por ejemplo, un banco puede sentirse especialmente atraído por un cesto en particular. Si así ocurre, pueden reírse y hasta lanzar carcajadas, o bien hacer ruidos irreverentes".
El director artístico y ejecutivo de The Junction, Paul Bogen, comenta también: "Son increíbles porque son divertidos, y el arte debe ser así, algo que la gente disfrute y no algo acartonado y teórico". Bogen espera que esta tecnología evite, además, el robo de cestos y bancos en la vía pública.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de junio de 2005