Estimado director gerente del Teatro Real: quiero en primer lugar recordarle que los acomodadores son el personal del teatro en contacto más directo con el público, es decir, los encargados de transmitir la imagen del teatro, que usted desea que sea exquisita y de calidad. Según los resultados de las encuestas efectuadas, el nivel de satisfacción de los asistentes a la ópera con la atención recibida es muy elevado, lo que demuestra la profesionalidad de este colectivo.
En segundo lugar, insistir en la incoherencia que supone que los acomodadores no pertenezcan a la plantilla del teatro y sean contratados por una empresa de trabajo temporal, cuando algunos de ellos llevan trabajando ya ocho temporadas. Como usted sabe, una labor bien desempeñada debe ser correspondida con un salario justo, pero en este caso ronda los 300 euros, incluyendo los incentivos por su dedicación en fines de semana y festivos.
Quiero despedirme felicitando a los acomodadores del Real por la estupenda labor que realizan y deseándoles que su situación laboral mejore pronto. En usted confío para que así sea.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de junio de 2005