Al menos 22 alumnos de educación primaria y cinco profesores del colegio privado Mirasur, en Pinto, han dado positivo en la prueba de Mantoux o tuberculina en una investigación iniciada por la Consejería de Sanidad después de que un profesor ingresara en el hospital Ramón y Cajal aquejado de tuberculosis el pasado 30 de mayo.
Un resultado positivo en esta prueba confirma que una persona ha estado en contacto con el bacilo que causa la enfermedad, pero no que la haya empezado a desarrollar, ya que la tuberculosis tiene un periodo de incubación de cuatro a 12 semanas y un desarrollo muy lento. Por ello, todas las personas que dan positivo en la prueba son sometidas a una radiografía en los pulmones para contrastar si éstos sufren algún tipo de daño y si la persona está enferma.
Sanidad ya ha realizado la placa a 12 niños y a cinco profesores. Hoy tiene previsto hacerla a los otros 10 alumnos que han dado positivo a la tuberculina. Las radiografías hechas hasta el momento han revelado que en ningún caso la tuberculosis ha empezado a desarrollarse, según fuentes de la Dirección General de Salud Pública. Pese a ello, los 12 niños y cinco maestros han sido sometidos a un tratamiento con antibióticos de seis meses de duración para evitar que el bacilo se desarrolle en sus pulmones.
"Algunos adultos dan positivo en la tuberculina y, sin embargo, no desarrollan nunca la enfermedad. Esto es más difícil en el caso de los niños, más vulnerables a la tuberculosis. Lo más probable es que el profesor haya transmitido el bacilo a los niños, pero que éste no haya tenido tiempo de desarrollarse y hacerles enfermar gracias a la rápida notificación del caso y la intervención en el colegio", explican fuentes de Salud Pública.
Notificación
El hospital Ramón y Cajal hizo saltar la alerta el pasado 30 de mayo al notificar a Salud Pública el ingreso del maestro, de 32 años y que da clase en el primer curso de primaria, en sus dependencias.
Salud Pública inició un día más tarde la investigación, que se ha ido desarrollando en círculos concéntricos. Primero fueron estudiadas las personas que tenían contacto más cercano y regular con el maestro: los 13 niños de cinco y seis años a los que da clase de primer curso de primaria y ocho profesores. Posteriormente, Salud Pública extendió las pruebas a otros 33 niños de cursos superiores.
En las reuniones mantenidas durante la semana pasada y ayer con padres y trabajadores del colegio, los técnicos de Salud Pública han informado de que no hay riesgo de contagio entre niños porque la tuberculosis en sus primeras fases de desarrollo no es contagiosa.
Cuando el profesor acudió al hospital Ramón y Cajal explicó a los médicos que sufría trastornos respiratorios leves pero constantes desde hacía dos o tres meses, según fuentes del hospital.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de junio de 2005