Las Cortes Valencianas decidieron finalmente ayer acudir a la subasta de los edificios colindantes con la actual sede del Parlamento, en las calles del Conde de Trénor y del Muro de Santa Ana, propiedad del arzobispado de Valencia, con la presentación de una oferta de 6,8 millones de euros. La subasta se resolverá hoy, después de que fracasaran los contactos directos -de las Cortes y del Consell- con el arzobispado para paralizar el proceso, de manera que los inmuebles pudieran ser adquiridos directamente por las Cortes. A la subasta se han presentado otras ofertas, aunque la autoridad eclesiástica de Valencia no precisó ayer cuántas ha recibido.
Los edificios en cuestión, uno de ellos conocido como el de la Casa de los Caramelos, representan prácticamente la única posibilidad de expansión para el actual complejo parlamentario, que necesita más espacio. Allí se podría ubicar, entre otras cosas, la Sindicatura de Comptes. Y se podría aprovechar para habilitar aparcamientos para los diputados y para el personal de la Cámara.
Fuentes socialistas criticaron ayer tanto la decisión del arzobispado de subastar los inmuebles como la "falta de capacidad de interlocución" del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, por no convencer a la Iglesia para que paralizara el proceso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de junio de 2005