Incapaz de remontar en La Bombonera el 4-0 que recibió en México, el Boca Juniors se dejó llevar por un arrebato de violencia antes de quedar eliminado de la Copa Libertadores de América ante el Chivas, el martes, en los cuartos de final. Los incidentes en las gradas, el lanzamiento de objetos al portero del equipo mexicano, y las continuas agresiones que sufrió el delantero Adolfo Bautista llevaron al árbitro a suspender el partido y a elaborar un informe que puede traducirse en el cierre del campo del equipo porteño.
La chispa la encendió el medio centro del Boca, Cascini, cuando propinó un cabezazo a Bautista mediado el segundo tiempo. El diario argentino Clarín atestigua que el delantero mexicano respondió a la agresión llamando "cagón" a Cascini y dirigiéndose a la grada con cuatro dedos en alto -los goles hechos por el Chivas en la ida-. Palermo replicó con otro cabezazo al delantero rival y ambos recibieron la tarjeta roja.
Cuando Bautista se retiraba de la cancha, el técnico del Boca, Jorge Benítez -alias Chino-, le lanzó un escupitajo a la cara. "Si pasó eso, no me acuerdo", explicó el entrenador, que hoy podría ser despedido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de junio de 2005