El fiscal Ignacio Gordillo, encargado de la revisión de los licenciamientos definitivos de terroristas en la Fiscalía de la Audiencia Nacional, no recurrió ninguna de las redenciones de pena concedidas al etarra Juan María Tapia. Este etarra ingresó en prisión en abril de 1983 y fue condenado a más de 300 años por su participación en varios asesinatos y el secuestro de Diego Prado.
Irujo fue excarcelado definitivamente el 29 de abril pasado, tras 22 años en prisión. Gordillo dio por buenas todas las redenciones de pena de que el etarra se había beneficiado y permitió el licenciamiento, ya que no recurrió ninguno de los beneficios penitenciarios. Fuentes de la Audiencia mostraron su sorpresa por ese hecho y destacaron que es "muy improbable" que todas las redenciones de las que se benefició Tapia fueran irreprochables tras la entrada en vigor del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de junio de 2005