Valencia dio ayer el pistoletazo de salida a los actos 4 y 5 de la Copa del América, y el público se acercó al puerto con una mezcla de curiosidad, admiración y desconocimiento. Las preguntas se acumulaban para los responsables de la organización. "¿Cuáles son los barcos que van a competir?", "¿quiénes son los nuestros, los españoles?", "¿cómo podemos ver las regatas?", preguntaban los aficionados. El equipo español era el centro de todas las miradas. Desde primera hora de la mañana, una pequeña multitud hormigueaba por la dársena del puerto esperando el comienzo de las pruebas y buscando a los tripulantes del Desafío.
La organización dispuso todo un circuito de actividades para entretener a los seguidores durante el día. Una pantalla gigante, situada al lado de un gran equipo de música, televisava los preparativos de los equipos; los niños emulaban a los tripulantes dirigiendo barcos teledirigidos en una pequeña piscina con la ayuda de cuatro ventiladores; otros seguidores se fotografiaban al lado de los dos trofeos, la Jarra de las 100 guineas y la Copa Louis Vuitton, ambas expuestas en una plataforma; y unas cuantas personas más pagaban el alquiler de una pequeña embarcación para salir a navegar unas horas y observar las embarcaciones más de cerca. En medio del puerto, una exposición fotográfica recordaba los momentos estelares de la Copa a lo largo de la historia.
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El centro de atención también se dirigió a los yates de lujo, impresionantes embarcaciones que los curiosos registraban en sus cámaras, como el Rising Sun, el yate de Larry Ellison, de 138 metros de eslora. La organización ha previsto que la prueba registre 400.000 visitantes durante las regatas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de junio de 2005