Los mercados de valores europeos marcaron ayer nuevos máximos anuales, que, además, suponen la cota más alta en cuatro años para la Bolsa española y en tres años para París, Francfort y Londres.
El Ibex 35 cerró en 9.682,30 puntos con una subida del 0,60%, y en el año acumula una ganancia del 6,62%, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid ganaba ayer el 0,55%, para cerrar en 1.048,75, nivel que supone una ganancia anual del 9,35%.
La diferencia en las ganancias anuales de ambos índices muestran un mejor comportamiento en los últimos meses de los valores medianos y pequeños frente a los pesos pesados de la Bolsa. Desde el anterior máximo anual de febrero los tres principales valores del Ibex 35 ceden terreno: Telefónica ha bajado el 4,53%; el BSCH pierde el 1,85%, y el BBVA, el 3,15%, mientras que ACS sube el 12,75%; Abertis, el 6,87%; Unión Fenosa, el 8,44%; Iberdrola, el 5,96%, y Repsol YPF gana el 5,46%.
La paradoja del momento elegido por los mercados para ganar altura está en la coincidencia con un fuerte tirón alcista de los precios del petróleo, que en Estados Unidos estaba a punto de superar los 58 dólares el barril, mientras que el brent se mantenía por encima de los 56 dólares.
La única explicación a lo que apenas hace dos días se habría considerado un auténtico disparate es el exceso de liquidez del sistema y la ausencia de destinos fiables para colocar el dinero que, aun así, llega a los mercados de renta variable con cuentagotas.
La contratación en el mercado continuo ascendió ayer, jornada de vencimiento de los contratos de opciones y futuros de junio, a 4.849,04 millones de euros, pero sólo 2.732,34 millones se generaron mediante operaciones abiertas.
El incremento del déficit por cuenta corriente en Estados Unidos en el primer trimestre afectó al dólar y favoreció a los activos denominados en euros como alternativa de inversión a medio plazo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de junio de 2005