El agente de la guardia civil que ayer recibió un disparo durante un incidente con dos presuntos delincuentes, con antecedentes por delitos comunes, continúa herido grave aunque fuera de peligro. El agente intentaba identificarles cuando patrullaba con otro compañero. Roberto G. A., de 25 años y natural de Valladolid, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente durante cinco horas a causa de la bala que le penetró por el abdomen y le salió por la espalda, procedente de su propia arma, que le había sido arrebatada en el forcejeo con los dos agresores mientras el otro guardia civil comprobaba la documentación de los sospechosos.
Los hechos ocurrieron poco antes de las tres de la madrugada de ayer, cuando una pareja de guardias civiles realizaba un control selectivo de identificación en la N-601 a la altura de la localidad segoviana de Tolocirio. En uno de los vehículos interceptados viajaban D. J. J. y D. P. P., de 29 y 32 años, respectivamente, que consiguieron arrebatar el arma reglamentaria al agente, disparándole con ella y huyendo a continuación en el coche patrulla de la Guardia Civil, que cambiaron poco después por otro vehículo también robado.
Finalmente, los supuestos autores de los hechos fueron interceptados por varias patrullas de policía cuando intentaban huir ocultos en el asiento trasero de una furgoneta y tapados con una manta. La mujer y el hombre del vehículo en el que intentaron escapar también fueron detenidos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de junio de 2005