Leo con asombro que Mercedes Aroz, una de las senadoras del PSC por Barcelona, no acudirá al Senado el día de la votación de la Ley del matrimonio homosexual. Me considero una persona abierta, dialogante y muy tolerante, pero actitudes como la suys y la del alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, no dejan de asombrarme. Estoy a favor de la libertad de conciencia, por la aceptación de todas las opiniones, siempre que respeten al prójimo, pero no puedo dejar de asombrarme. ¿No leyeron el programa de su partido?, ¿por qué se presentaron a las elecciones como uno de sus representantes?
Como ciudadano y votante suyo no entiendo cómo se puede dejar de votar una ley tan importante. A los responsables de mi partido, les pido por favor, que cuando elijan a las personas que tienen que representarnos, se aseguren de que están de acuerdo con las líneas generales del mismo. Como demócrata no creo en las doctrinas ciegas, pero como ciudadano pido que en los principales temas de progreso al menos sí se sea coherente. Aroz y Vázquez se sientan donde se sientan gracias, en una pequeña parte, a mi voto, al de mi señora y a los votos de muchísimas personas que sí nos creemos lo que dicen los programas de los partidos, y ahora nos sentimos traicionados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de junio de 2005