El Partido Popular le está cogiendo gusto a manifestarse. Primero fue en contra del diálogo con ETA; después, en contra de la división del Archivo de Salamanca; la última es en contra del matrimonio gay. La Iglesia católica también participa y esto es un hecho muy grave porque exige que se prive de un derecho a un colectivo de ciudadanos. Demuestra, una vez más, que no es tolerante. ¿Por qué no se manifestó la Iglesia católica en contra del aborto o del divorcio mientras gobernó durante ocho años el PP?, ¿dónde estaban cuando nos manifestábamos contra la guerra de Irak?, ¿qué le parecería a la Iglesia católica si los ciudadanos convocáramos una manifestación en contra de sus privilegios y por una sociedad laica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de junio de 2005