Muchos de los apresurados viajeros que entran en Príncipe Pío se detienen con sorpresa. En el vestíbulo, una pantalla de vídeo ofrece actuaciones y entrevistas de los protagonistas de una exposición allí instalada. Y es que los autores de estos dibujos, pinturas y collages son más conocidos por cantar y tocar diferentes músicas que por sus posibles habilidades con los pinceles.
Los colores de la música es una muestra patrocinada por Renfe, donde 34 músicos y cantantes ofrecen ejemplos de una afición más o menos secreta. Son labores desarrolladas en soledad, sin búsqueda de remuneración o repercusión publicitaria, que algunos consideran como terapia de relajamiento y que otros tratan como genuina expresión de su creatividad. En la selección, hay obras de grandes estrellas: Joaquín Sabina, Alejandro Sanz, Lolita Flores, María Jiménez, Luz Casal, Miguel Bosé. Y muchos nombres poco conocidos, procedentes de la dance music o el indie rock. Pablo Sycet, comisario de Los colores de la música, explica que había mucho donde elegir: "Prácticamente, todo grupo musical cuenta con al menos un miembro que pinte o dibuje". El mismo Sycet vive sin traumas la doble militancia: ejerce de pintor y diseñador gráfico a la vez que de letrista y editor de discos.
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Los protagonistas se acercan a Los colores de la música con discreción. María Monsonis (Cómplices), Germán Coppini o Mayte Mateos (Baccara) parecen aquejados de una súbita timidez, como si exponer fuera una tremenda audacia. En compensación está el desparpajo de Millán Salcedo, ex miembro de Martes y Trece, que justifica su participación por su faceta de artista discográfico y actor de musicales: "Aunque no lo parezca, todos mis cuadros llevan humor dentro". Paloma Loribo, ex Hijas del Sol, ha hecho exposiciones individuales y no tiene nervios de principiante.
Los espectadores que se topan con Los colores de la música son capaces de lanzar comentarios crueles: "Mejor que Bebe no deje la guitarra". Pero también abundan las expresiones de asombro. Y miran con silenciosa reverencia las obras de dos desaparecidos, Cecilia y Carlos García-Berlanga.
Los colores de la música. Estación de Príncipe Pío. Paseo de la Florida. Hasta el 27 de junio. De 11.00 a 20.00.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de junio de 2005