El vicepresidente del Hércules, Jaime Balaguer, anunció ayer que su club se quejará ante la Delegación del Gobierno de Madrid por "la escasa presencia policial" que, a su entender, "propició los disturbios" entre hinchas del Alcalá y el Hércules, en partido de clasificación para el ascenso a Segunda. Los "incidentes" fueron una batalla campal entre hinchas del club alicantino y del madrileño tras el choque disputado en Alcalá el sábado. Un agente fue herido en la cabeza y varios hinchas tuvieron que ser atendidos por lesiones leves.
El presidente del Alcalá, Jorge Carretero, cifra en "unos veintitantos" el número de agentes desplazados y asegura que en la reunión previa del jueves en la que se trató la seguridad con los representantes de la Delegación del Gobierno "estaba previsto que se movilizara a los policías antidisturbios de Guadalajara", cosa que finalmente no sucedió.
"Nosotros avisamos de que viajaban con el equipo 2.000 hinchas y que entre ellos había grupos de seguidores impresentables", insiste Balaguer, el presidente herculino, que agrega: "Pedimos más policía en el descanso, cuando ya ganábamos 0-2, pero dijeron que no había suficientes efectivos porque se habían marchado a la manifestación convocada por el Foro Español de la Familia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de junio de 2005