Médicos y personal de enfermería del hospital Sant Pau de Barcelona han enviado sendas cartas al Ayuntamiento de Barcelona y a la Generalitat para solicitar su mediación "urgente" con el objetivo de evitar "la perjudicial dinámica en la que está inmerso el centro".
La presidenta del sindicato Asociación Profesional de Enfermería de Sant Pau (API) y presidenta del comité de empresa, Àngels Sabater, señaló que esta situación se vive en el centro desde la incorporación del nuevo gerente, Jordi Colomer, de quien pidió la dimisión.
El sindicato teme que el traslado de la actividad de Sant Pau al nuevo edificio, que ya está parcialmente en funcionamiento, suponga un recorte de la plantilla. Las 700 enfermeras del sindicato API reclaman que se refuercen los servicios del centro hospitalario y se optimicen los recursos humanos y económicos para mejorar la asistencia. Por su parte, jefes y directores de servicio del hospital han pedido la intervención del Colegio de Médicos de Barcelona.
Àngels Sabater denunció que la gerencia se está planteando reducir la actividad asistencial y el traslado del servicio de inmunohematología de Sant Pau al hospital Vall d'Hebron y de 68 camas para enfermos crónicos al parque Pere Virgili de Barcelona.
El gerente de Sant Pau negó ayer las críticas del personas sanitario que ha firmado las cartas, a los que acusa de crear un "alarmismo injustificado". Jordi Colomer aseguró que hasta finales de 2006 no se podrá diseñar un plan de empresa sobre las necesidades del nuevo hospital, lo que se hará "en función de las instrucciones del Departamento de Salud, que financia el nuevo centro".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de junio de 2005