El primer ministro Tony Blair reconoció ayer que el llamado cheque británico es una anomalía que debe desaparecer, pero sólo si se reforma la Política Agrícola Común. En la imagen, Blair junto a su homólogo sueco, Goran Persson, en Downing Street.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de junio de 2005