Polonia ha decidido retrasar sine die el referéndum previsto para ratificar la Constitución europea coincidiendo con las elecciones presidenciales del próximo 9 de octubre. El presidente, Alexander Kwasniewski, lo anunció ayer en Varsovia, aceptando que, contra lo anunciado por su primer ministro, Marek Belka, "es poco realista" celebrarlo en esas fechas.
Kwasniewski deja la decisión a su sucesor, en conformidad con el gobierno que salga de las elecciones generales del próximo 25 de septiembre. El actual Gobierno, a favor del sí, está formado por Alianza Democrática de Izquierda, en minoría parlamentaria, herederos de los antiguos comunistas y desacreditados ante la opinión pública por una serie de escándalos de corrupción.
Los sondeos y la opinión generalizada es que tanto la presidencia como el Gobierno pasarán a manos del centro derecha, en concreto de los partidos Ley y Justicia -al que pertenece el candidato con más posibilidades de ganar la presidencia, Lechh Kaczynski, alcalde de Varsovia- y Plataforma Cívica. Esta centro-derecha muestra una actitud ambigua hacia la Constitución, y aunque uno de sus dirigentes, Marek Jurek (Ley y Justicia), sostiene que son proeuropeos reconoce que hay "algunos miembros que están en contra". Si ganan es muy probable que traten de eludir un referéndum, e incluso rechacen el tratado si se somete a ratificación parlamentaria. El centro-derecha tendría un aliado en el bloque anti UE, representado por partidos radicales como la Liga de las Familias Polacas, Autodefensa y Partido Agrario, que hoy cuentan con 97 diputados.
Polonia se suma a otros países de la UE que también han aplazado el referéndum que tenían previsto: Reino Unido, Portugal, Dinamarca, Irlanda y República Checa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de junio de 2005