Diego Armando Maradona ha vuelto al mundo del fútbol por la puerta grande con el club de sus amores. Es el nuevo vicepresidente deportivo de Boca Juniors, un equipo en crisis que ha perdido todas las opciones en la Liga, apeado con una goleada de la Copa Libertadores -y con un escándalo en su estadio- y sin entrenador desde hace una semana. Su contrato no se ha hecho público pero se habla de 2 millones de pesos (unos 590.000 euros) por cada uno de los dos años de comproimiso.
Maradona asumirá su cargo el 1 de agosto, aunque ya ha influido en la designación del próximo técnico de Boca, cargo para el que apuesta por el ex seleccionador argentino Marcelo Bielsa. "Es una persona que trabaja bien y encajaría en nuestro club", destacó el presidente de Boca, Mauricio Macri, quien con una mano dirige al club en un momento delicado y con otra se enfrenta en la arena política al presidente argentino Néstor Kirchner de cara a las elecciones legislativas de octubre. Otros nombres que se barajan para el banquillo son Julio Falcioni, Jorge Fossati y Alfio Basile.
El gobierno argentino, por otro lado, clausuró por dos partidos La Bombonera, el estadio del Boca Juniors tras los graves incidentes del 14 de junio, durante el partido ante el Chivas de Guadalajara, en la Copa Libertadores. Boca también será sancionado por la Confederación Sudamericana de Fútbol.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de junio de 2005