Una veintena de trabajadores del hospital Severo Ochoa, de Leganés, que acudieron ayer al pleno de la Asamblea de Madrid como público pidieron a gritos la dimisión del consejero de Sanidad, Manuel Lamela, por su actitud ante las supuestas sedaciones irregulares en el centro. El consejero compareció a petición del grupo socialista para explicar los acontecimientos generados por las medidas que había tomado en el hospital. En su alocución, Lamela pidió a la oposición que "tenga la gallardía de pasar página" en este asunto que, según manifestó, se encuentra en este momento a la espera de "la decisión que tomen los órganos judiciales".
Al oír esta petición, los trabajadores se levantaron y gritaron a Lamela "mentiroso" y le exigieron que dimitiera. "Embustero" y "sí, no pares, más mentiras" fueron las consignas que corearon durante apenas un minuto y medio antes de ser desalojados por los ujieres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de junio de 2005