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Sri Lanka y los rebeldes tamiles pactan compartir la ayuda para el 'tsunami'

El Gobierno de Sri Lanka y los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) firmaron ayer un acuerdo de cooperación para el reparto conjunto de la ayuda a las víctimas del maremoto, que barrió las costas de esta isla del Índico el pasado 26 de diciembre. El minoritario Partido Marxista, que apoyaba al Ejecutivo pero se oponía al acuerdo, optó por salir del Gobierno. El influyente clero budista también expresó su oposición. La minoría tamil, que supone el 30% de la población es de religión hindú. Los detractores consideran que la cooperación con los rebeldes les legitima ante la comunidad internacional y supone una amenaza a la soberanía nacional.

Una delegación diplomática noruega -país que actúa como mediador en el proceso de paz entre Colombo y los LTTE- llegó ayer a Kilinochi, principal ciudad de la zona del noreste del país que controlan los rebeldes tamiles, con el documento firmado ya por el secretario del Ministerio de Ayuda, Rehabilitación y Reconciliación, Mudiyanselage Sumanaweera Jayasinghe, en nombre del Gobierno. El memorando de entendimiento de la Gestión Operativa pos-tsunami fue firmado a su vez por Shanmugalingam Ranjan, subdirector de Planificación y Desarrollo de los LTTE.

El plan garantiza la salvaguardia de los intereses de la comunidad musulmana, que supone el 10% del total de los 20 millones de habitantes de Sri Lanka. En él se establece la creación de un Fondo Regional, que estará bajo la custodia de una agencia multilateral designada por ambas partes.

La presidenta Chandrika Kumaratunga promovió el plan como para impulsar el acuerdo de paz los LTTE. Los rebeldes consideran que la ayuda no ha llegado adecuadamente a sus zonas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de junio de 2005