Carlinhos Brown convirtió ayer a Sevilla en una ciudad brasileña. Unas 200.000 personas vibraron a ritmo de capoeira y candomblé a lo largo de la avenida de La Palmera, desde el cruce con Cardenal Bueno Monreal hasta el estadio de fútbol Manuel Ruiz de Lopera. El músico brasileño, que aconsejó a sus seguidores ir "despacito" y "ser felices", consiguió un verdadero ambiente de carnaval en la ciudad. La gente, que esperaba al inicio del trayecto desde las ocho de la tarde, no cesó de bailar y beber durante todo el recorrido. En la fotografía, un momento de su actuación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de junio de 2005