Fredy Asprilla, un vecino de la localidad navarra de Orkoien, de 37 años, mató en la tarde del pasado viernes a su esposa, Argelis Romero, de igual edad, y a continuación se ahorcó en el trastero de la vivienda. La mujer no había denunciado ninguna agresión previa. La pareja tenía un hijo de corta edad que vivía en Colombia.
Los hechos ocurrieron en el piso donde la pareja, ambos colombianos, tenía alquilada una habitación desde hacía mes y medio, en el número 2 de la plaza de Mendikur de dicha localidad, a seis kilómetros de Pamplona. Compartían el piso con otra pareja.
Fue el dueño de la vivienda quien halló muerta a la mujer en medio de un charco de sangre. Romero presentaba varios golpes y un importante traumatismo en la cabeza. El cuerpo de su esposo fue hallado poco después ahorcado con un cable en el sótano del inmueble. Los investigadores recogieron un cuchillo ensangrentado en una habitación. La autopsia confirmó ayer que la mujer murió por los golpes recibidos. Su cuerpo presentaba también una herida por arma blanca en el pecho.
Romero llegó a Navarra hace cinco meses y trabajaba como camarera en un bar de Pamplona. Asprilla vivía en España desde hacía tres años y actualmente carecía de empleo. La pareja tenía un hijo de corta edad que seguía en Colombia.Fuentes de la investigación indicaron que el marido ejercía un férreo control sobre las actividades de su esposa y que sus "celos patológicos" habían motivado el enfado de Romero varias veces. El presunto agresor rechazaba que su esposa trabajase como camarera. Fuentes judiciales confirmaron que no consta que la mujer hubiese presentado ninguna denuncia por malos tratos ni existían antecedentes de agresión en la pareja.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de junio de 2005