La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha llamado la atención a algunas hidroeléctricas. No es que hayan cometido alguna ilegalidad; han sido poco solidarias. El asunto es que la ACA deja fluir la menor cantidad posible de agua de los pantanos para prolongar las reservas. A veces este agua no es suficiente para generar electricidad y la norma dice que las hidroeléctricas tienen que asumir los hechos y no almacenar el agua a su paso por la central. Si lo hacen impiden el aprovechamiento de quienes están más abajo. Algunas han hecho caso omiso. Almacenaban el agua de noche y la soltaban por la mañana para producir electricidad. Además, la energía diurna se paga más cara que la generada de noche. Así que ser insolidario era doblemente ventajoso. Las llamadas de antención han surtido efecto, dice la ACA, y quienes lo hacían han dejado de hacerlo. De momento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de junio de 2005