Tono de guante blanco, sin olvidar la crítica de fondo, entre el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso, hasta septiembre. El jefe del Ejecutivo volvió a insistir en que seguirá intentando "la mayor unidad democrática con todos los grupos", en torno al problema terrorista, y dirigiéndose a Rajoy le renovó la intención de hacerlo "también con el suyo y con usted (...) para el bien de nuestro país".
El líder popular le había acusado de romper el Pacto Antiterrorista "sin que nadie sepa por qué", y para apoyar su argumento de ruptura citó a "las víctimas del terrorismo, que están muy preocupadas", y a ETA, "que se felicita de que se haya roto".
Antes había reprochado a Zapatero haber abierto un proceso en todo lo relacionado con España, su cohesión social y la igualdad de los españoles, "que se ha pactado desde 1978" y que "hoy no controla", además de hablar "de naciones como si tal cosa" y de haber provocado enfrentamientos entre numerosas comunidades autónomas.
Zapatero le respondió que el PP "ha ido adelantando acontecimientos" sobre la estructura territorial de España, pero que "el tiempo y los hechos les están quitando la razón". Le puso como ejemplo la reforma pactada entre el PSOE y el PP del Estatuto valenciano, después de que los populares anunciasen que no se debían modificar los estatutos de autonomía, y le invitó a que mantenga en la reforma de otros estatutos "la misma actitud que han tenido en la Comunidad Valenciana".
15 meses, 15 años
Rajoy había preguntado, al inicio de su intervención, si "los consensos han mejorado después de estos primeros 15 años de Gobierno". El lapsus del presidente del PP dio paso a un jugueteo de ironías con su contrincante. Zapatero respondió que comprendía que "15 meses le parezcan 15 años" y que a él no le ha "parecido tan largo el tiempo" en el Gobierno.
Rajoy, en la réplica, retomó el asunto: "Me ha traicionado el subconsciente, lo veo tan desgastado que creí que eran 15 años, señor presidente". Y Zapatero cerró el torneo con otra finta: "Yo respeto mucho cómo me vea usted. Yo le puedo asegurar que le veo a usted muy bien como está".
En su primera intervención, Rajoy acusó a Zapatero de haber tomado "un sinfín de decisiones unilaterales, sin hablar, que han generado muchas tensiones en la sociedad española", y se mostró preocupado por "los consensos en los temas básicos, concretamente terrorismo y la idea de España".
El presidente se dijo convencido de que el Gobierno "mantiene una actitud de respeto" que, apostilló, "hacía falta en este país".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de junio de 2005