No era un plan terrorista. Los bocetos sobre la estación central de Nueva York intervenidos a islamislas relacionados con el 11-M, que fueron analizados por los investigadores españoles y estadounidenses, pertenecían a un proyecto estudiantil de la diseñadora Mónica S., a quien le fueron robados. "El stand propuesto intenta conciliar términos opuestos: papel contra Internet, información de pago contra libre, presente contra futuro, tradición contra innovación", dice el texto del proyecto.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de junio de 2005