La Comunidad de Madrid sufrirá dos espectaculares crecimientos urbanísticos al norte y suroeste de la región. El municipio de El Molar, una localidad de 4.600 habitantes, a 41 kilómetros de Madrid, ya tiene el visto bueno del Gobierno regional para levantar más de 4.500 pisos sobre 2,3 millones de metros cuadrados. Como prácticamente la mitad del suelo está afectada por el ruido de los aviones que despegarán de la ampliación del aeropuerto de Barajas (huella sonora), el Ayuntamiento ha tenido que agrupar las viviendas previstas en bloques. Tendrán hasta 12 alturas, si bien aún necesitan el permiso del Ministerio de Fomento por los posibles problemas que pueden originar a los aviones.
De todas formas, la Comisión de Urbanismo, máximo órgano decisorio de la Comunidad de Madrid en esta materia y donde el PP tiene mayoría, le dio ayer su respaldo. El PSOE, por su parte, se echa las manos a la cabeza y recuerda, además, que habrá que desproteger más de 40 hectáreas de zona forestal para que puedan caber todas los pisos previstos.
En el extremo suroeste, Navalcarnero prepara otra operación urbanística espectacular: ha aprobado un plan urbanístico que elevará la población del municipio de los 18.000 vecinos actuales a 125.000, la misma que Arganda, Boadilla, Colmenar y Villaviciosa de Odón juntos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de junio de 2005