Son la 1.15 h de la noche y acabo de subir de la calle después de que unos cuantos vecinos hemos impedido que una enorme grúa instalase una de esas antenas cancerígenas en el edificio de enfrente de mi casa, Cavanilles, 40.
Trataron de instalarla por la noche con la excusa de no interrumpir el tráfico, cuando todo Madrid tiene el tráfico colapsado por las obras y no parece ser obstáculo para que se sigan adjudicando más. Reservando plazas de aparcamiento por "mudanzas" y con un permiso para instalar un aparato de "aire acondicionado". Fue esta última irregularidad de la que se valió la Policía Municipal para paralizar el montaje de la antena de marras.
Lo que me ha dejado mudo ha sido comprobar que alguien en el Ayuntamiento ha firmado los permisos necesarios para instalar unos aparatos sospechosos de producir cáncer. ¿Quién ha firmado esos permisos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de junio de 2005