El centro La Casa Encendida, de Madrid (Ronda de Valencia, 2, www.lacasaencendida.com), presentó ayer un estudio antropológico sobre la extrema marginalidad, realizado durante dos años por el equipo Nueva Sociología (I+D), de la Fundación Pablo VI-Universidad Pontificia de Salamanca en Madrid, que se ilustra en el catálogo y la exposición Madrid. Cuartos mundos con las intervenciones de siete artistas. La investigación parte de la definición de cuarto mundo a las situaciones de extrema marginalidad que se producen en el seno del primer mundo, sobre todo en las grandes ciudades. En este sentido, consideran cuartos mundos los entornos de la prostitución de calle, las personas con una drogodependencia severa, los inmigrantes sin papeles, las personas en situación de extrema pobreza, refugiados, sin hogar y enfermos mentales crónicos.
En España se calcula que hay unas 30.000 personas sin techo, que viven y duermen en la calle, y 250.000 sin hogar, que tienen un sitio para dormir y establecen sus redes sociales en la calle. La exposición, abierta hasta el 2 de octubre (entrada libre, de lunes a domingo, de 10.00 a 22.00), recoge los contrastes de vida entre el primer y el cuarto mundo, como se puede ver en los vídeos paralelos de Fernando Menéndez, en el centro del montaje, con los transeúntes y los marginados compartiendo los mismos espacios de las calles de Madrid. Sobre las paredes se recogen síntesis del estudio realizado por sociólogos y antropólogos sociales por encargo de la Obra Social de Caja Madrid, con la colaboración de varias ONG, junto a las propuestas artísticas, como las de Juan López-Aranguren y Rubén Lorenzo, que analizan el uso de las plazas públicas y la capacidad de sociabilidad y los ejemplos del mobiliario urbano que impiden la comunicación y su utilización por los que viven en la calle. Matías Costa se ha centrado en sus fotografías en los espacios asistenciales y en las huellas de los lugares de la ciudad (plazas, jardines, calles) que se utilizan para dormir.
Sholeh Hejazi ha inmovilizado en vídeos las personas que viven en la calle que se convierten "en seres invisibles", mientras que Lara Almárcegui fotografía un centenar de agujeros de la ciudad y descampados sin uso, y Antoni Abad, como hizo con gitanos y taxistas, ofrece en el Canal Invisible una página web (www.zexe.net) imágenes y textos que envían prostitutas desde móviles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de julio de 2005