Me sorprende que entre las propuestas de posibles soluciones para racionalizar el gasto sanitario realizadas por el PSOE, y recogidas por EL PAÍS el 28 de junio de 2005, no figure la necesidad de profesionalizar la gestión de los ámbitos donde se toman las decisiones que hacen que los gastos en sanidad crezcan por encima del PIB. Una y otra vez se intentan fórmulas para poner límite al crecimiento del gasto sanitario sin que se aborde lo que, en mi opinión, es una asignatura pendiente del sistema sanitario español: poner en manos de personas expertas en gestión económica la toma de decisiones que repercuten en la distribución del gasto.
El coste de oportunidad de esta falta de decisión política deja las cosas en manos de lo que históricamente ha formado parte del problema. Desmedicalizar la gestión debería formar parte de la solución.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de julio de 2005