El Departamento de Vivienda criticó ayer el nuevo plan de vivienda aprobado por el Gobierno central por entender que "favorece" a los promotores y gasta el dinero en subvenciones sin que después el precio final de los pisos protegidos sea tan bajo como el de Euskadi. A pesar de que el plan tendrá escasa incidencia en la comunidad autónoma, al disponer de las competencias en esta materia, el Ejecutivo autonómico mostró su preocupación ante el "riesgo" de que esa forma de hacer política se extienda al conjunto del país.
Según los cálculos que ayer ofreció el viceconsejero de Vivienda, Javier Dean, una vivienda de protección oficial construida en las principales ciudades españolas será un 53% más cara que el coste máximo de un piso de similares características en cualquiera de las tres capitales vascas.
Dean ve el mayor problema en el que Ministerio de Vivienda ceda a los promotores y constructores la fijación del precio de los pisos protegidos. Esto facilita que el precio se incremente hasta en un 21% sobre el coste máximo de la casa. Con este baremo, una vivienda protegida de 80 metros cuadrados que en Euskadi costaría 115.000 euros, en el resto del país se elevaría a 177.000 y en el caso de ser concertada, es decir de precio tasado, rondaría los 202.000 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de julio de 2005