Concierto de fin de curso en el Ciclo de Grandes Intérpretes. Lo es la pianista Martha Argerich (Buenos Aires, 1941), una intérprete que ingresó, casi de golpe, en la historia y en la leyenda. Ahora, la Fundación Scherzo abre las puertas a Martha para que haga música de cámara con un grupo de artistas allegados o amigos: el violinista Hosszu-Legocky (Lausanne, 1985), el clarinetista ucranio Marek Denemark, la pianista hispano-austriaca Karin Merle, la violista Lida Chen-Argerich, hija primogénita de Martha, y el pianista cubano Mauricio Vallina.
El influjo y la presión magistral de Argerich sobre sus colegas fue evidente desde la Sonata para violín y piano en la menor, de Schumann, hasta la de Franck, en la excelente versión del dúo Argerich-Hosszu Legocki, pasando por el Liszt de Venezia-Nápoli, en el que lució sus valores individuales Vallina, la transcripción para viola de las Canciones populares, de Falla, cantadas con garbo y primor por la Chen-Argerich, las op. 73 y 132 de Schumann y la Sonata en do, de Mozart. El concierto fue recibido con júbilo, amor y entusiasmo.
Martha Argerich
G. Hosszu-Legocki (violín); L. Chen-Argeririch (viola), M. Danemarc (clarinete); Karin Merle, M. Vallina y Martha Argerich, pianistas. Obras de Shumann, Falla, Liszt, Mozart y Franck. Auditorio Nacional. Madrid, 1 de julio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de julio de 2005