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Apuntes

Realismo y malestar en torno a los posgrados

El Consejo Universitario Valenciano de la semana pasada acabó con cierta sensación de malestar entre los rectores. La razón fue la regulación de los futuros posgrados elaborada por la Consejería de Universidad, Empresa y Ciencia.

Los rectores expresaron su preocupación por la indefinición del consejero, Justo Nieto, acerca de quién pagará los nuevos productos académicos. El consejero sugirió que la Consejería podría no poner dinero. Lo que dejaría su pago a expensas del capital privado y de los propios alumnos.

Uno de ellos añadió su "decepción" debido a las estrictas exigencias para su solicitud. Para que sea aceptada, la petición de cada posgrado exigirá tal cantidad de documentación y tal nivel de detalle que el rector considera que el objetivo de la regulación parece ser "desincentivar" las propuestas.

El director general de Universidades, José Capilla, asegura que no hay motivo para la preocupación. La propuesta de la Consejería, asegura, se basa en la previsión de que "siendo optimistas" el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), al que tendrán que estar adaptados los nuevos posgrados, empezará a funcionar en 2010. Puesto que el Gobierno todavía no ha publicado el nuevo catálogo de títulos, las últimas promociones del sistema actual acabarán justo en esa fecha, o después.

Convivencia de sistemas

Su departamento, continúa Capilla, decidió dividir la introducción de los nuevos posgrados en dos etapas. La primera de las cuales comprende el periodo previo al EEES. Durante esos años convivirán los nuevos posgrados con el modelo educativo actual, basado en doctorados. Y todo ello tendrá que ser financiado por la Consejería

El director general asegura además que la exigencia de documentación se adecúa a los parámetros impuestos por el Ministerio y la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación.

Capilla añade dos argumentos: El primero, que las universidades cuentan ya con numerosos másters con muy pocos alumnos, que no se podrán mantener en el futuro modelo. Y que las exigencias de previsión de demanda; plan de recursos y personas que los van a dirigir, entre otros datos, permitirán que la Consejería "pondere" por cuáles apuesta, y en su caso financia.

Los requisitos, opina, "serás muy útiles para las propias universidades" que podrán a su vez jerarquizar las propuestas. Capilla asegura que uno de los rectores le comunicó que a estas alturas tenía ya más de 100 proyectos sobre la mesa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 4 de julio de 2005