El gobernante Partido de los Trabajadores (PT) admitió ayer que recibió aval financiero de un empresario investigado por supuesto enriquecimiento ilícito con dinero público en Brasil, tras las denuncias publicadas por la prensa. En un nuevo giro en el peor escándalo de corrupción desde que Luiz Inácio Lula da Silva llegó al poder, el 1 de enero de 2003, el PT, el partido del presidente, quedó en entredicho por las revelaciones de la revista Veja: documentos del Banco Central acreditan que el publicista Marcos Valerio Fernandes, empresario clave en el supuesto pago de sobornos relacionados con el PT, avaló en 2003 un préstamo a este partido, una circunstancia siempre negada anteriormente.
En la operación aparecen también como fiadores José Genoino, presidente nacional del PT, y Delubio Soares, tesorero del partido. Este último negó tajantemente el pasado viernes que Fernandes hubiera respaldado créditos del PT. Ayer admitió que sus informaciones fueron "incompletas y, por lo tanto, inexactas".
Soares explicó en una nota oficial que a inicios de 2003 el partido contó con el aval de Fernandes para obtener el préstamo de 2,4 millones de reales del Banco de Minas Gerais. También admitió que el PT no logró cumplir con los pagos, por lo que refinanció el préstamo, y una primera cuota, equivalente a unos 100.000 dólares, fue cubierta por Fernandes.
Genoino, por su parte, subrayó ayer que el préstamo es absolutamente legal, aunque ordenó al tesorero del partido que presente todos los documentos respectivos para ser divulgados a la prensa. Los principales ingresos de la empresa publicitaria de Fernandes proceden de los contratos con el Gobierno federal, que preside el Partido de los Trabajadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 4 de julio de 2005