Estoy orgullosa de este país que ha dado un gran ejemplo de democracia, de respeto de las libertades y de la diferencia al permitir a todos los hombres y mujeres sin excepción poder por fin expresar su amor libremente. No vivo en España y no soy homosexual, pero hacía mucho tiempo que no me sentía tan orgullosa de poder decir que soy española.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 4 de julio de 2005