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Reportaje:

Madrid aguarda al fuego

Las brigadas forestales preparan los montes para evitar los incendios del verano

Los cuatro hombres de la fotografía -y, con ellos, otros 300 agentes forestales y técnicos de la Consejería de Medio Ambiente- realizan un trabajo mucho más discreto que el de los bomberos, pero tan importante o más para evitar que los bosques madrileños sucumban al fuego este verano: desbrozan la maleza, podan los árboles y crean espacios libres de vegetación para frenar el avance de las llamas en un eventual incendio.

Su labor, que han venido realizando durante todo el invierno, es fundamental para afrontar un verano que se adivina sofocante -el Instituto Nacional de Meteorología prevé dos grados más de temperatura que en estíos pasados- y que amenaza con seguir arrasando las zonas verdes de la región. En los cinco primeros meses del año se quemaron 221 hectáreas de monte en la Comunidad de Madrid (frente a sólo 13 hectáreas en el mismo periodo de 2004); aunque la mayoría fueron pastos, también fueron abrasadas 22 hectáreas de arbolado (el equivalente a 22 campos de fútbol). La región cuenta con 400.000 hectáreas de zonas forestales.

El Gobierno de Esperanza Aguirre ha recordado en estos días que el 90% de los incendios que se producen cada año es causado por actividades humanas (sobre todo por negligencias y en menor medida por actos intencionados), y ha pedido a los ciudadanos que extremen las precauciones.

De hecho, la mayoría de los cortafuegos abiertos por los agentes forestales durante el invierno rodea áreas recreativas, donde los fines de semana se juntan miles de domingueros para encender barbacoas (a pesar de que está prohibido). No es casualidad que el 80% de los fuegos que registra Madrid se produzca los fines de semana, como señala la Comunidad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de julio de 2005