Me gustaría responder al atribulado lector que el pasado domingo le pedía al alcalde que termine en tiempo prudencial las obras del Circo Estable.
Querido vecino: en estas obras precisamente lo que ha faltado es prudencia. No sé si usted sabe que por culpa de las obras del circo, mal proyectadas y peor ejecutadas, hay muchos vecinos (entre ellos mi suegra) a los que casi les derriban la casa. Las obras del Circo Estable han destrozado las casas y las vidas de muchos vecinos, la mayoría ancianos de escasos recursos. Esos vecinos siguen esperando que se ejecuten las obras que el alcalde y su equipo han prometido en las casas aledañas, muchas de ellas afectadas por unas obras descontroladas que han provocado la inestabilidad de muchos edificios.
Los vecinos y sus familiares, con la ayuda del Defensor del Pueblo, estamos esperando que comiencen las obras prometidas para subsanar los daños ocasionados. Y le garantizo, querido vecino, que ese circo no se inaugurará si no se arreglan antes las casas..
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de julio de 2005