La Gran Vía de Bilbao contó ayer con personajes de excepción. Entre el barullo de los paseantes y los compradores a la caza de rebajas, se situaron las 16 estatuas vivientes que encarnaron a personajes vinculados a Bilbao: desde Diego López de Haro, su fundador, al escritor Miguel de Unamuno y a Aurelio Arteta pintando el famoso cuadro del futbolista Pichichi (en la fotografía). Mañana las estatuas volverán al tramo peatonal de la Gran Vía de 18 a 21 horas, dentro del programa de teatro Kalealdia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de julio de 2005