El Consell aprobó ayer el proyecto de ley del sector audiovisual valenciano, un texto que "deja en blanco", según dijo el portavoz Esteban González Pons, el artículo 8, donde se recoge la creación del Consell de l'Audiovisual, cuya composición queda en manos de lo que establezcan las Cortes Valencianas de acuerdo con pacto de reforma del Estatut entre populares y socialistas.
El proyecto de ley prevé la creación de una Oficina del Audiovisual, encargada de promover el desarrollo de estas producciones, y un registro general de empresas adscrito a Presidencia de la Generalitat. La oficina reconocerá "quiénes" son los productores audiovisuales y coordinará todas las ayudas. Éstas se vinculan a la aceptación del público - "A más éxito de taquilla, más ayudas", especificó el consejero portavoz- y éstas se recibirán de forma automática. También habrá apoyo al guión.
Además, todas las televisiones que emitan en el territorio valenciano reservarán un 20% de su programación a producción propia. Las firmas que ya producen en la comunidad autónoma, con una producción 100% valenciana, deberán dedicar el 10% de su emisión a producción local independiente.
El proyecto de ley, en lugar de establecer una franja horaria para el público infantil, establece que los contenidos deberán poder ser vistos por menores y adultos todo el día, salvo entre las 23 y las 6 horas. A partir de la una de madrugada se podrán emitir contenidos especialmente violentos y pornográficos. El texto responsabiliza, según González Pons, al periodista o presentador del programa de los contenidos del mismo.
La entidad Empreses Audiovisuals Valencianes Federades (EAVF), que agrupa a la práctica totalidad de los empresarios audiovisuales de la Comunidad, expresó ayer su satisfacción por la aprobación del proyecto de Ley, ya que la totalidad de las propuestas realizadas por la Federación empresarial han sido incluidas en este borrador. La organización reclamó "consenso político" para que se apruebe la norma, así como que en 2006 se reserven partidas presupuestarias para su aplicación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de julio de 2005