Una niña de 15 años que viajaba junto a otros 47 menores en el autocar que el jueves se precipitó por un terraplén en Torrevieja tras ser embestido por un coche, permanece en coma. La mujer embarazada que viajaba en uno de los dos vehículos implicados y el conductor que, con síntomas de embriaguez, causó el choque siguen también muy graves. El Juzgado número 3 de Torrevieja investiga las causas.
El hecho de que el autocar no volcará tras la colisión impidió una tragedia mayor, señalaron ayer fuentes de la Guardia Civil de Tráfico de Alicante. Sólo una niña de 15 años de los 48 que circulaban en el bus siniestrado sufrió heridas muy graves. La menor, natural de Consuegra (Toledo), salió disparada por uno de los cristales del autocar. Ayer, permanecía en coma en el Hospital General de Alicante.
El otro menor de 13 años que necesitó hospitalización con una fractura en la mandíbula se recupera favorablemente en el Hospital de San Juan de Alicante. Ayer, por la tarde, fue intervenido quirúrgicamente y su vida, según fuentes de la Consejería de Sanidad, no corre riesgo. Por su parte, la mujer de 29 años y en estado de gestación, que circulaba en el tercer coche implicado en el accidente, permanece ingresada con un traumatismo craneoencefálico en el Hospital de Orihuela. La mujer, que precisa ventilación asistida, tiene un pronóstico muy grave, según Sanidad.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Torrevieja, que investiga las circunstancias del accidente, ha ordenado analizar la sangre del conductor británico, de 70 años, que provocó el aparatoso accidente para conocer el grado de alcohol que portaba. Según la DGT, "al parecer" superaba la tasa de alcoholemia. El hombre permanece ingresado grave en la UCI del Hospital San Jaime.
El resto de niños del autocar abandonó ayer el hotel Fontana de Torrevieja, adonde fueron atendidos por psicólogos y pasaron la noche.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de julio de 2005