El encaje del nuevo Estatuto a la Constitución es, para todos los partidos, una prioridad, pues son conscientes de que el texto debe pasar el filtro de las Cortes. Sin embargo, la flexibilidad que permite la Ley Fundamental genera entre los grupos distintas interpretaciones y, por tanto, discrepancias. Así, mientras el PP fue el único partido que no firmó el informe de la ponencia por considerarlo inconstitucional en su conjunto, los socialistas catalanes son menos severos en este aspecto, aunque todavía observan rasgos de inconstitucionalidad en el articulado. Convergència i Unió insistió ayer en que el tripartito ha renunciado a blindar las competencias de la Generalitat y además quiere poner en un brete a Esquerra Republicana presentando a votación una propuesta de financiación de concierto económico. Los republicanos, por su parte, hacen en su voto particular una encendida defensa del traspaso de competencias del Estado a la Generalitat mediante el artículo 150.2 de la Constitución y apela a los "derechos históricos" de Cataluña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de julio de 2005