El nuevo consejero de Educación del Gobierno vasco, Tontxu Campos (EA), realizará el próximo lunes un gesto de distensión en el enquistado conflicto de los 157 profesores que perdieron su estabilidad laboral al no alcanzar el nivel de euskera exigido, según informaron ayer éstos en un comunicado. Campos recibirá en Lakua a representantes de los docentes, que han estado encerrados en el instituto Bertendona de Bilbao durante 140 días y han anunciado que reanudarán en septiembre la protesta si no se resuelve su situación.
El consejero cambia así el rumbo marcado por su predecesora en el cargo, Anjeles Iztueta (EA), que rechazó reunirse con los afectados y cerró cualquier salida a su situación, a pesar de que los docentes contaban con el apoyo de varios sindicatos, partidos políticos, el Ararteko y el Defensor del Pueblo, entre otras entidades.
El pasado mes de marzo, Iztueta reprochó a los profesores afectados, la mayoría de ellos con más de 15 años de experiencia en la docencia, no haber cumplido el compromiso de aprender euskera a pesar de haber tenido "sobradas oportunidades". Según la ex consejera, rompían así el pacto "sagrado" por el plurilingüismo que, a su juicio, existe en la sociedad vasca. "La única salida que tienen es estudiar, estudiar y estudiar", afirmó Iztueta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de julio de 2005