Tres días después del atentado de Londres, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y miembros del Ejército reforzaron ayer la vigilancia habitual en las estaciones de Atocha y Chamartín. El despliegue previsto de militares ascendió a unos 500 soldados. Algunos policías de paisano también vigilaron discretamente la estación del AVE en Atocha.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de julio de 2005