Dénia (la Marina Alta) vive desde ayer su peculiar encuentro con los toros en azul marino. Los populares Bous a la mar, exentos del suspense de los encierros de San Fermín, acumulan una mayor carga de diversión y desenfado. En Dénia, los valientes recortadores de las vaquillas se sienten seguros de que eludirán la embestida con un simple salto al mar, límite de la improvisada plaza. El animal, obcecado con su pieza, también acaba de bruces en las aguas del puerto. Los aprendices de toreros salen del agua por sí mismos; las vaquillas, por contra, tienen que ser remolcadas por los mozos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de julio de 2005