El último soldado de un equipo de cuatro marines estadounidenses desaparecidos el 28 de junio en el este de Afganistán fue encontrado sin vida el pasado domingo a unos 150 kilómetros de Kabul, según anunció ayer un comunicado del Ejército norteamericano. Uno de los cuatro miembros del equipo de fuerzas especiales de EE UU fue rescatado el 3 de julio, mientras que los otros dos fueron encontrados muertos al día siguiente.
"El lugar y las circunstancias en las que ha sido encontrado el cuerpo de este cuarto soldado indican que murió en combate alrededor del 28 de junio", detalló ayer el comunicado. Un portavoz de los talibanes, el mulá Latif Hakimi, afirmó el sábado haber "decapitado al soldado, puesto la cabeza sobre su pecho y abandonado el cadáver en la cuesta de una montaña para que los militares estadounidenses lo pudieran ver". EE UU, sin embargo, considera sin fundamento estas declaraciones. Ayer, por otro lado, cuatro supuestos terroristas huyeron de Bagram, la principal base aérea norteamericana en Afganistán, en la que hay cerca de 450 detenidos. Los prisioneros huidos, considerados peligrosos, serían militantes de Al Qaeda y, según fuentes militares, se escaparon por la puerta de atrás.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de julio de 2005