Suma y sigue. Los escándalos de dinero negro en Brasil se han convertido en algo cotidiano desde hace dos semanas. Si el pasado viernes era un asesor cercano al ex presidente del Partido de los Trabajadores (PT), José Genoino, quien iba literalmente embutido en un traje de billetes de 100 dólares, ayer le tocó a João Batista Ramos da Silva, diputado del Partido Liberal al que la Policía Federal detuvo en un hangar del aeropuerto de Brasilia cuando se disponía a abordar un pequeño avión con destino a Goiania, en el interior del país. A Da Silva no se le intervino el ya consabido maletín repleto de billetes. El diputado llevaba siete maletas grandes dotadas de ruedas y brazos extensibles.
Se da la circunstancia de que el diputado es además obispo de la Iglesia Universal del Reino de Dios, un grupo religioso con una fuerte presencia en Brasil, y al ser preguntado por la procedencia del dinero explicó que se trataba de cantidades destinadas a diferentes centros de la organización religiosa. A la policía la explicación le pareció insuficiente por la gran cantidad de dinero, 6 millones de reales, algo más de 1.65 millones euros, y porque las maletas iban a reventar de billetes pequeños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de julio de 2005